AVATAR - Los sueños nunca fueron tan reales


A lo largo de su historia, Hollywood nos ha dado películas que cambiaron a concepción del cine, y las formas de hacerlo. Star Wars revolucionó la ciencia ficción; Tiburón, las recaudaciones de taquilla; Matrix, las cámaras en 360°. Estas películas pasaron a la historia como grandes hitos. y AVATAR, la última realización de James Cameron, se suma al listado.

Hace mucho tiempo que una película no me
inspiraba lo suficiente como para ir a verla dos veces al cine, pero esta vez lo hice con gusto. Y es que AVATAR es una experiencia i
nexplicable, e inabarcable. Hablando con otros espectadores escuché la misma crítica repetidas veces: la historia no es novedosa, es algo que ya hemos visto en Danza con Lobos o Pocahontas. Lo que estas críticas no tienen en cuenta es que AVATAR es mucho más que la historia que nos cuenta - es cómo nos la cuenta.

Se dice que demoró 15 años en hacerse, que es la película más cara de la historia, que inventó nuevas tecnologías. Lo que puedo afirmar, es que AVATAR es una experiencia audiovisual que depende muchísimo de la sala en que se la vea. Todas las megaproducciones hollywoodenses pierden algo de sentido cuando se las pasa a la p
antalla chica, pero esta es aún más exigente: para poder verla en todo su esplendor no alcanza con verla en el cine. Es necesario verla en 3D, y aún mejor, en la sala del IMAX: una pantalla de siete pisos de alto que permite no reducir el original de 70mm con el que fue filmada la película.

La pregunta que surge entonces es, ¿realmente fue filmada? La soberbia calidad de la imagen producto de la cooperación entre los dos estudios de efectos especiales más importantes de la industria (WETA e ILM) hace imposible diferenciar entre el 40% de filmación live action y 60% de animación CGI. Cameron estuvo esperando desde 1994 para que el desarrollo de la tecnología alcanzara su sueño, y no fue hasta que vio a Gollum de El Señor de los Anillos que supo que el momento para ponerse a trabajar había llegado. Y en el camino, inventó una nueva cámara.

Pero quiero volver a esta idea: la experiencia AVATAR-IMAX es algo nunca antes visto ni oído. La sala entera queda boquiabierta ante cualquier toma panorámica del bellísimo paisaje de Pandora. Sea diurno o nocturno, terrestre o aéreo, Cameron pintó un paraíso inspirado en estéticas psicodélicas y submarinas que le arranca el aliento a cualquier espectador con un mínimo de sensibilidad. Otro plus, a mi gusto, es que el afecto tridimensional de la sala es aprovechado en sentido contrario a lo usual: en lugar de sobresalir, las imágenes se hunden, dando sensación de profundidad y hasta vértigo. Cameron sabía perfectamente que los espectadores quedaríamos obnubilados, y se dio el gustito de reirse de nuestras caras a través de Trudy (Michelle Rodriguez) cuando, ante la vista de las Montañas Alelluyah, se ríe diciendo "You should see your faces".


Y hablando de Rodriguez, es necesario destacar las impresionantes actuaciones. Es sorprendente como debajo de todos los efectos especiales y la animación CGI que componen a Neytiri, la señorita Zoe Saldana brilla por su interpretación. Según IMDB, los actores filmaron con cámaras pegadas a sus cabezas, y los puntos brillantes del maquillaje eran utilizados de referencia para los animadores de CGI captaran las expresiones -
un trabajo realmente formidable. También es la primera vez que Sigourney Weaver vuelve a rodar bajo las órdenes de Cameron desde Alien, lo cual ya de por sí es un acontecimiento digno de verse. Es evidente que AVATAR va a arrasar en los premios de la Academia en lo que a efectos especiales se refiere, pero veremos cuánto se animan a premiar las actuaciones.

Quienes se dedican a despotricar contra la trama también pecan de insensibilidad. En una época donde la destrucción del planeta es cada vez más profunda, mostrarse escéptico ante la conexión que los Na'vi tienen con su ecosistema es carecer d
e emociones. Como toda obra de arte, debe ser leída en el contexto histórico en que fue producida. Ya lo dijo el presidente de Bolivia, el señor Evo Morales: "La película contiene alta dosis de fantasía, pero es, a la vez, una profunda muestra de la resistencia al capitalismo y la lucha or la defensa de la naturaleza".

Una última reflexión, para terminar. Si para despertar en un Avatar es necesario dormir en nuestro cuerpo, quizás todo lo que sucede mientras dormimo
s es un sueño. En ese caso, y sólo en ese, James Cameron filmó un sueño hecho realidad.

4 comentarios:

Verushka dijo...

Qué buena nota, Claire! Imaginate el alcance, que estoy en la cruzada de organizar con amigos, y tal vez el fratello, la ida al IMAX, y como es tan anticipado me han dicho que mejor vamos a otro cine, que es demasiado anticipado, y qué sé yo cuántas pavadas; mi negativa es rotunda, gracias a tus apreciaciones. Cuando la vea te comento y la desglosamos juntas. Beso!

Cheme dijo...

Acuerdo con Verushka. Ya se está planeando concurrir de aquí a diez días (!) a ver el IMAX. Veremos qué nos pasa en la butaca /cama y renovar el comentario. MUY BUENA LA NOTA, jugada.

Her dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Her dijo...

Coincido plenamente: ver Avatar en el IMAX es mucho más que ver la película. Es una experiencia en sí misma.

En relación a la trama hay varias cosas a considerar. Si bien creo que despotricar contra la historia es un lugar común, debo decir que la trama no me resultó particularmente atractiva. Es muy previsible y poco novedosa. Las sorpresas, sin lugar a dudas, vienen por lo visual. Es una película que entra (y fascina) por los ojos.

Sin embargo hay cosas que me parecen muy valiosas, y por qué no, muy valientes también. La analogía entre la guerra desatada en Pandora con aquellas liberadas por los united states es inmediatas. Los intereses económicos que las motivan se muestran en forma explícita. Aun cuando a esta altura no se trata de nada revelador, teniendo en cuenta que es una película que está siendo vista por millones de espectadores, está muy bien que todo esto se ponga en primer plano. No se trata de una revisión sobre una historia pasada, sino de lo que sigue sucediendo aquí y ahora (desde hace mucho a esta altura). Y eso está muy bien.

Una pequeña corrección a la nota. Cameron dirigió Aliens (la segunda) y no Alien, que es de Ridley Scott.

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