Amor sin escalas, de Jason Reitman



Podrida del calor y de severo mal humor por ello, me entusiasmé con ir a pasar un buen momento yendo al cine a ver una sólida comedia norteamericana, en una buena sala con aire acondicionado, buena proyección y sonido, y por último -lo admito-con la íntima esperanza de encontrarme algún conocido en la cola del cine sacando entradas (¿Georges Clooney, tal vez?). En ese plan, fui a ver Amor sin escalas, para probar cuánto de eso es posible encontrar en el Hoyts un miércoles a la noche.

El problema no fue tanto que no me encontré con Georges en el Abasto (lo cual, contrariamente a un problema, habría sido la versión criolla del paraíso), sino que la solida comedia norteamericana que fui a buscar tampoco estaba en la sala.

Hay que admitirlo. Empieza bien. Estos norteamericanos son hábiles, grandes narradores y entendedores de timings, y son casi inigualables a la hora de crear ficciones, más cuando se trata de comedias. Ahora bien, no son sólo eso.

Después de un comienzo en el que aún ciertas situaciones que bordean el ridículo resultan verosímiles, la película comienza a transitar un terreno que podría identificarse como de "lugar común tratando de no caer en el lugar común" -más allá de reconocerse como comedia romántica de género- y nos va transportando por la vida exterior e interior del personaje principal. Desafío que por una parte cumple con éxito, no sólo por la encantadora actuación de Clooney, sino porque el contexto entero de la propia película nos hace posible semejante viaje; pero por otra parte a partir de la mitad uno ya comienza a vibrar una suerte de déjà vu de sensación prefabricada. Las ganas de amar aún cuando se es un duro seductor que no deja títera con cabeza, los problemas de los más jóvenes con sus diferencias generacionales y sus ilusiones comenzando a quebrarse, las cuestiones relativas al amor desde la soltería versus matrimonio... todo, todo se torna casi previsible, incluyendo un giro en el final que se pretende imprevisible, pero que por sus cuestiones formales no es más que una auténtica muestra del establishment narrativo norteamericano. No es que eso esté mal. Tampoco está bien. Sólo que en esta vez -por lo menos a mí- no llegó a conmoverme en lo más mínimo. Y eso que esta vuelta fui al cine buscando que me mientan.

Pese a lo dicho, la película tiene ciertas situaciones sensibles bien logradas, especialmente las que tienen que ver con el contexto familiar conflictivo del personaje principal, ya que en esas pocas escenas el juego de vínculos adquiere hondura y un incómodo pasar para los involucrados. En esa línea, el trabajo de Melanie Lynskey como la hermana casamentera es de una sutileza destacable.

Ahora bien, cuando se ven por delante las intenciones que están detrás del que cuenta una historia, existe un problema. Y en Amor sin escalas, más allá de reconocerle su evidente habilidad de juego, y hasta una lograda humanidad en el retrato de los personajes ultrasecundarios (las víctimas de nuestro encantador villano), el director y la producción no llegan a tocarnos con sus artimanias narrativas, ni con su simpática complicidad, y nos dejan con las ganas de salir llorando, o riendo, o alguna cosa, algo de todo eso que uno espera cuando va al cine a ver una buena comedia norteamericana.

4 comentarios:

Tito Rosé dijo...

Por lo que aprecio de tu comment no hay siquiera una cara bonita para solaz y esparcimiento de la platea pitecantropa. O será que te olvidaste de la bella Vera a la que recuerdo gratamente de Los infiltrados????.Ejemmmmmmmmm

Verushka dijo...

Estimado Tito, la cara bonita sí está! La bella Vera adorna no sólo bonita sino muuuuy canchera y suelta cada plano que ocupa; pero claro, como platea femenina, puse foco en las preciosas canas de Clooney, que me eclipsaron a la hora de hacer comentarios sobre el resto las actuaciones. Así que Pitecantropus Contentus, que hay materia prima y seconda para todas las generaciones. Gracias por comentar!

Leonel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Leonel dijo...

Me gusto mucho esta película sobre todo por el final poco esperado para mi...
Saludos!

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