DISTRICT 9, PLAY IT AGAIN, SAM

Casi el paradigma del film moderno. Increíble realización, combinatoria de géneros en una escala compatible (aventuras, suspenso, romance, social), despliegue de un saber tecnológico que supera cualquier fantasía, gusto y regusto por el diseño dinámico de las criaturas, varios etcs. Lo que Mandarine expone no tiene una gota de desperdicio. Efectivamente las repercusiones en lo inmediato temporal y geográfico no tardan un segundo en hacerse carne. La marginación de inocentes, la condena del Otro Diferente aunque como Semejanza, el funcionamiento de un sistema que se pretende humano (van con planillas a desalojar a los langostos que pretenden sean firmadas por los expulsados) y que se revela violento (si no se acata la orden entran a funcionar armas de una increíble eficacia mortal) y demás condimentos no hacen sino enriquecer un relato vertiginoso, sorprendente y... Sin duda que abreva en nutrientes de la sci-fi - inocularse un genoma que va convirtiendo al humano en un alien, la omnipresencia de la nave sobre la ciudad cosmopolita, etc. - el género de acción, cada vez que está por ocurrir lo inevitable hay algo que modifica el rumbo - cortarse el brazo, atacar al monstruo y tenerlo vencido, quedar a merced del Malo Entre Los Malos sin escapatoria posible y otras variaciones sobre el tema - y por qué no en la comedia de enredos - el elegido para la misión no deja de tener reminiscencias de El héroe tonto ante el desafío extremo (Jerry Lewis, algún Woody, etc.). En general todo funciona perfectamente y hasta hay un plus, que me pareció de lo mejor de la peli: las entrevistas a los expertos en diversas áreas científicas. La caracterización de esos personajes, sus testimonios, bien podrían estar en la galería de los grandes logros del cine. Pero debo agregar que en el conjunto se nota la influencia de un modo narrativo que parece ser inviolable en el código de las producciones magnas. Se trata de una forma que pone al protagonsita como un ejemplo de buena conducta, con su mujer, su trabajo, su moral, que por más que finalmente se transforma en un asesino sin mirar a quién queda encuadrado en el órden del deber dictado desde la dramaturgia hollywoodense. Casi se podría decir que el desarrollo cumple con un 90% de eficiencia las fórmulas que todo drama debe tener según las reglas de los mandamientos de la industria americana y que su final de ambiguo desenlace es como una luz desde donde, quizás, se puedan esperar nuevas y muy eficaces historias para ser contadas.


1 comentarios:

Claire Mandarina dijo...

Tal cual, padre. Me encantó y me sigue encantando.

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