Bienvenue chez les Ch'tis

Debo admitir que no he visto ninguna de todas las comedias francesas que se estrenaron en los últimos años (ahora sólo recuerdo Placard, pero debe haber alguna otra), a pesar de su éxito y sus buenas críticas. Caí un miércoles temprano a los Hoyt's del Abasto con tres amigos y ganas de reirme un rato para ver Bienvenidos al país de la locura, el título de una nueva comedia francesa que parecía prometer. Y cumplir.

Bienvenue chez les Ch'tis cuenta una historia simple pero efectiva de franceses provincianos. Decir que es una película muy francesa puede malinterpretarse, pero es un riesgo que quiero correr. No me refiero a un cliché parisino y putón con acordeones, mimos y boinas, sino a lo mismo que decimos cuando decimos que Nueve Reinas es una película muy argentina: el lenguaje, las referencias históricas y geográficas, las tradiciones culturales son muy locales. En eso se basa todo el chiste de la película, y hay que prestar un poco de atención.

El film transcurre en una zona del Norte de Francia, cerca de la frontera con Bélgica, cuyos habitantes hablan shmi'ti - un dialecto francés que cambia la S por la SH, la A por la O ("Coco-Coló" para la famosa gaseosa gringa), y demás barrabasadas. Algo así como el cordobés, pero mucho más inentendible. Esto hace que a la película haya que escucharla, y no sólo leerle los subtítulos. Las confusiones semánticas que produce la pronunciación de los shmi'ti son recurrentes y de un humor muy simple, pero efectivísimo gracias a las grandes actuaciones. Se puede pensar que entonces para alguien que no cazza un fulbo de francés la película resulte un poco menos cómica, pero no es así. Mis acompañantes se rieron tanto como yo, y al menos uno de ellos no entiende una palabra de este idioma. Es de esas lindas películas que se nota lo mucho que el equipo de filmación se divirtió mientras la hacía.

Pequeñas quejas aparte: los dos estandartes estéticos de presentación de la película son un horror. Punto uno: una vez más, el Señor que Traduce los Títulos de las Películas ha vuelto a hacer de las suyas. ¡Qué título tan poco sugerente, qué poco marketing que tiene! Punto dos: el afiche publicitario argentino es sensiblemente más espantoso que el original. ¿Era necestario empeorarlo tanto?...

Conclusión: La película es realmente muy graciosa. De esas que hace rato que no veía, que me sacan carcajadas en medio del cine. Toda la sala se reía. La historia es simple y llevadera, así como su humor: nada muy sofisticado, solo comedia ligera y hasta tierna. Ideal para un día que necesite una dosis de risas sin pasteurizar.





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